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Esa fue tu pregunta: «¿cuándo se ponen dos puntos?». Y la primera respuesta que tengo para ti es que se ponen ahí, después de pregunta. Justo donde los acabo de poner.

¿Y por qué? Porque lo que sigue explicita la pregunta, o sea, la expone. Si te fijas, la primera parte de esa enunciación (la que dice «Esa fue tu pregunta») queda incompleta sin la que sigue: «cuándo se ponen dos puntos».

Empiezo por el principio. Hablamos ya del punto y de los puntos suspensivos que, aun siendo tres, son un único signo ortográfico. Con los dos puntos pasa igual: son dos en uno. Y se escriben pegados a la palabra que precede. O al signo, que también pueden combinarse, como veremos más abajo.

Los dos puntos ortográficos

A ver qué hacéis de mí: está por ver.

Por partes.

Se ponen dos puntos cuando…

La norma explica que, con los dos puntos, lo que acaba de decirse queda incompleto; y si queda incompleto significa que algo falta para que lo previo tenga sentido. Podríamos decir que los dos puntos invitan a una parada técnica, a la espera de lo que sigue (y que lo completa):

Johannes Brams dijo: «Componer no es difícil. Lo difícil es tirar las notas que sobran al cesto de la basura».

(Hago un inciso: ¿Has visto que esto mismo puede aplicarse a la escritura? Escribir no es difícil; lo difícil es cargarse las palabras que sobran y tirararlas a la papelera de reciclaje).

Cada vez que te encuentres dos puntos, ten presente que lo que antecede está incompleto sin la parte que prosigue. Clic para tuitear

Los dos puntos piden una parada cortita: estaría a medio camino entre la que haces ante una coma (hablamos de la coma aquí, aquí y aquí y de que nada tiene que ver con parar para respirar) y la que haces ante el punto.

Más ejemplos:

Repitió la famosa frase de Kurt Cobain: «Es mejor prenderse fuego que esfumarse lentamente».

Puedes deducir fácilmente que los dos puntos buscan llamar la atención sobre lo que sigue.

Nueve casos distintos en que se ponen dos puntos

Así que ya sabes: con los dos puntos no termina lo que se dice. Al contrario: llaman la atención sobre lo que viene detrás. (Ve fijándote en estos mismos casos que me sirven para hilar el discurso). Cuándo se ponen los dos puntos ortográficos

Pausa enfática

Hay expresiones que invitan a crear una cierta expectación en el lector. (Como esta que sigue). A saber: en síntesisen resumendicho de otro modoen otras palabras, esto es, ahora bien. Y la propia a saber.

Esa parada a la que invitan los dos puntos tiene un nombre: pausa enfática. Sirve para eso: para poner énfasis (es decir, intensidad) en lo que viene detrás.

¡Ah! Y no sigue mayúscula, salvo que lo siguiente sea una cita.

La perfección no se alcanza nunca. En otras palabras: debemos asumir que nuestra condición humana nos aboca a incurrir en errores. Ahora bien: no significa que no tratemos por todos los medios de que sean los menos posibles.

¿Podríamos haber puesto coma en ambos casos? Podríamos, pero si optamos por los dos puntos, la mirada se fija mejor en lo que viene. (Y aprovecho para servirte de ejemplo). En otras palabras: el efecto es más dramático. Es como preparar el terreno para que la tensión sea mayor.

Relaciones de causa y efecto entre frases u oraciones

Supón que una oración es causa de la que sigue. O la que sigue es consecuencia, explicación, resumen o conclusión de la primera. En lugar de utilizar un nexo para establecer el vínculo, existe la posibilidad de optar por los dos puntos.

Quería ir al monte, pero me limité a dar una vuelta por los alrededores: había viento racheado y llovía a mares.

(En lugar de añadir nexo, como en este caso:

Quería ir al monte, pero me limité a dar una vuelta por los alrededores porque había viento racheado y llovía a mares).

La sinonimia no siempre funciona: no digas «dame un vaso de H20» en lugar de «dame un vaso de agua».

No podía permitirse fallar: había demasiado en juego.

(Con nexo, estas dos últimas oraciones serían:

La sinonimia no siempre funciona, así que no digas «dame un vaso de H20» en lugar de «dame un vaso de agua».

No podía permitirse fallar, puesto que había demasiado en juego).

Cuando lo que sigue es una explicación, no dudes: dos puntos. Sin nexo.

Saqué dos libros de la biblioteca: Lolita, de Navokov, y Memoria de mis putas tristes, de García Márquez.

Utiliza dos puntos delante de una cita textual

Cuándo deben ponerse dos puntos

Y si nos ponemos así, ¿tú crees que colaremos como dos puntos?

Cuando vayas a introducir una cita textual con expresiones como estas o similares, sírvete de los dos puntos: tal como dijo, en palabras de, son palabras de, como decía, como dijo, tal como escribió, lo dijo.

Y la cita propiamente dicha irá entrecomillada y, entonces sí, se inicia con mayúscula:

Tal como decía Julio Cortázar: «No puede ser que estemos aquí para no poder ser».

Son palabras de Borges: «Todo lo que nos sucede, incluso las humillaciones, nuestras desgracias, nuestras vergüenzas, todo nos es dado como materia prima, como barro, para que podamos dar forma a nuestro arte».

Se ponen dos puntos delante de enumeraciones

Enumerar es referir, detallar. Antes de la enumeración que explica lo que sugiere la frase precedente, pon dos puntos:

Carlos le detalló lo que había en el cajón: fotos, lápices, marcapáginas, un mechero, un rotulador fosforescente, un libro de familia y un atadijo de cartas.

A veces, los elementos que forman parte de la enumeración van por delante; la conclusión sigue después de los dos puntos:

Fotos, lápices, marcapáginas, un mechero, un rotulador fosforescente, un libro de familia y un atadijo de cartas: eso había en el cajón.

Dos puntos en los encabezamientos de cartas y documentos

En inglés, a las palabras que se ponen a modo de saludo (fórmulas de cortesía) les sigue una coma; en español, dos puntos (¡no te equivoques!).

Y en todos los casos, después del encabezamiento, ten la precaución de bajar de línea.

Querida amiga:

Por fin encuentro un momento de tranquilidad para escribirte.

Incluso ante una carta informal:

¡Hola, prima!:

Me llegó tu carta; cosa rara, viniendo de ti, la verdad. ¡Con lo poco que te gusta escribir!

Y en una carta comercial, igual:

Estimados proveedores:

Tengo el placer de comunicarles que, en fechas próximas, solicitaremos el doble de pedidos de lo que viene siendo habitual.

O en una solicitud, si utilizas el formato de carta o de correo electrónico:

Muy señores míos:

Me pongo en contacto con ustedes para solicitarles tengan la amabilidad de remitirme las condiciones que regularán nuestra posible colaboración.

Dos puntos en expresiones que anticipan lo que sigue

Las hemos incluido en el primer punto, pero hago hincapié para entrar en cierta especificación.

Cuándo pueden colocarse dos puntos en un texto

Si pretendemos que nos tomen por dos puntos, algo no estamos haciendo bien.

Este tipo de expresiones anticipatorias tiene un nombre técnico: se llaman catáforas. Indica que hay un vínculo fuerte entre la primera oración y la que sigue a los dos puntos.

Le había recomendado que se inscribiera en clases de música: tenía un oído extraordinario.

Nunca se rendirá: su eslogan es «antes morir que perder la vida».

Se dio el lujo de encargar pizza aun estando a régimen riguroso: era su cumpleaños.

Esos invitados son los peores: nada les agrada.

Cuando redactes un contrato, un escrito jurídico o administrativo, pon dos puntos

Quizá no te toque enfrentarte a esto cada día, salvo que seas profesional de la abogacía o de la administración. No importa. Incluyo ese apartado porque contiene una salvedad que es, cuando menos, peculiar (y como paso a detallarla, aprovecho y pongo dos puntos): es el único caso en que después de un encabezamiento se continúa con la partícula que.

Don Bernardo Ledesma, presidente de la Junta Vecinal, en calidad de representante del grupo que solicita la instalación del ascensor.

HACE SABER:

Que en uso de las atribuciones que le ha otorgado la comunidad de vecinos…

Puedes poner dos puntos detrás de conceptos que solicites concretar a otra persona

En mi caso, cuando pido datos para extender una factura (si lo hiciera mediante un documento para rellenar, cosa que no es así), podría poner:

  • Nombre y apellidos:
  • DNI:
  • Domicilio postal:
  • Código provincial:
  • Localidad, provincia:

Dos casos extralingüísticos que contienen dos puntos

Caso 1

Aunque aquí hablemos de letras y los números se nos queden un tanto aparte, hay dos casos que también se sirven de los dos puntos. Vale la pena conocerlos:

Los dos puntos se emplean para separar horas de minutos y sin espacio entremedias de los dos puntos; ni antes ni después.

Son las 19:50 de la tarde.

Llamó a las 13:30.

En un texto literario, escribe la hora con letras (son las ocho menos diez de la tarde; llamó a la una y media), salvo que reproduzcas el esquema de un intercambio de wasaps. Con letra es más… literario.

Caso 2

En fórmulas matemáticas, para representar la división, con idéntico valor que la barra (/). Aquí, a diferencia del caso anterior, sí van espacios antes y después de los dos puntos (y se sigue el mismo criterio de separación entre cifras).

450 : 10 = 45

Si a un título le sigue una especie de resumen

Este caso es frecuente en obras científicas y literarias:

PRIMERA PARTE DEL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA I: Que trata de la condición y ejercicio del famoso hidalgo don Quijote de la Mancha.

Ese resumen se llama epígrafe y puede referirse a la totalidad de la obra o a un capítulo, como es el caso citado. Lo que debes tener en cuenta es que título y epígrafe digan cosas distintas (que ofrezcan información distinta).

Vuelvo a citar una obra que forma parte de mis últimas favoritas: El desconcierto, de Begoña Huertas; si me sigues, habrás visto que me refiero a ella en otras ocasiones. Pues bien, en la cubierta, dice:

El desconcierto

Este es un texto inesperado, que no contaba con escribir. Pero de repente me encuentro haciendo literatura, es decir, intentando poner orden donde no lo hay. La búsqueda de la coherencia: eso es una historia.

Como en el ajedrez, se trataba de recuperar el equilibrio sobre el tablero tras una mala jugada. Este libro muestra una armonía rota por un cáncer y habla de cómo la literatura intenta recomponerla. 

No hay dos puntos tras el título, pero bien podría haber sido el caso:

El desconcierto: De cómo hacer literatura tras un proceso de cáncer, el frío caos al que se ve arrojada la protagonista.

Un ejemplo de epígrafe en obra científica:

Idea, concepto y método de la Literatura Comparada: Desde el Materialismo Filosófico como Teoría de la Literatura.

Cuándo NO se ponen dos puntos

Caso 1

No pongas dos puntos entre una preposición y un sustantivo. Cuándo NO deben ponerse dos puntos

Por cierto, he aquí la lista de preposiciones: a, ante, bajo, con, contra, de, desde, durante, en, entre, hacia, hasta, mediante, para, por, según, sin, sobre, tras, versus, vía.

*La que escribe esto es: Marian Ruiz.

*Les dio la merienda a: Álvaro y Lucía.

*Y caminando durante varias horas llegaron hasta: el Roque de los Muchachos.

*Le gusta recitar poemas de: Gil de Biedma, Eduardo García, Luis García Montero.

No, por favor. Así, no. En esos casos, escríbelo todo seguido. Sin los dos puntos. Por favor.

La que escribe esto es Marian Ruiz

Así, sí. Gracias.

Caso 2

Tampoco se ponen dos puntos entre un verbo y su complemento (complemento es lo que completa —como su propio nombre indica— la información que pide el verbo):

*Le pidió que trajera: claveles, azucenas, gladiolos y lirios.

*Manuela es: inteligente, perspicaz y una excelente corredora de bolsa.

*Voy al centro de la ciudad: en bicicleta.

*Ludwig van Beethoven nació: en 1770.

Excepción

Pueden ponerse dos puntos entre el verbo y el complemento directo en un único caso (y como doy paso a la explicación, pongo dos puntos también aquí): cuando sigue una cita literal.

Por ejemplo:

Su amiga le había dicho: «Él nunca te mira a los ojos».

El juez dijo: «Ordeno un receso de media hora».

¿Se ponen dos puntos en combinación con otros signos de puntuación?

Se ponen, pero no con todos los signos; solo con los puntos suspensivos y con los signos de interrogación y exclamación.

¡Regalan tres ejemplares…!: uno de su poesía completa; otro, de un ensayo premiado; y el tercero, de su última novela.

¿Quieres saber quiénes vienen?: Marisa, Alberto, José y Elena. 

NUNCA va coma antes de los puntos suspensivos. NUNCA así:

*Me encanta contemplar el valle, las montañas, las laderas,…: es un paraíso para mí.

En ese caso, sobra la coma; pero si acaso fuera necesaria, iría DESPUÉS de los puntos suspensivos:

Me encanta contemplar el valle, las montañas, las laderas…, y hasta cada nevero chiquito que pinta de lunares el paisaje: es un paraíso para mí.

Propina

Para terminar: los dos puntos no ligan con la coma, ni con el punto y coma ni con el punto; aunque también aquí se da una única excepción: que se trate del punto de una abreviatura. Al punto de la abreviatura pueden seguirle dos puntos perfectamente.

Trajo polainas, crampones, bastones, raquetas, etc.: todo lo necesario para una travesía sobre nieve con bastantes tramos helados.

Su especialidad eran las listas, p. ej.: capitales del mundo, ríos, parques naturales, pueblos de menos de mil habitantes, de más de ocho mil, fechas de batallas olvidadas…

¿Te queda claro dónde van dos puntos y dónde no? Anda, hazme feliz y dime que sí…

 

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4 Comments

  • Alberto dice:

    ¡Hola, querida Marian! ¿Cómo estás? Mira estos ejemplos:

    Sí. Los signos de exclamación son dobles.

    Sí; los signos de exclamación son dobles.

    Sí: los signos de exclamación son dobles.

    Sí, los signos de exclamación son dobles.

    Según entiendo, la diferencia radica en el mayor o menor grado de vinculación y relevancia que queremos agregar. Sin embargo, eso es precisamente lo que me trae dudas: ¿qué grado de vinculación y relevancia agregaría cada signo y cómo se distinguirían del resto? Por ejemplo, entiendo que el punto, al terminar una claúsula, es el que menos vinculación trae y, por tanto, la enfatiza más que el resto. Sin embargo, me cuesta ver la diferencia de vinculación y relevancia entre la coma, el punto y coma y los dos puntos (cuál agregaría más o menos).

    Espero, como siempre, tu excelente respuesta. Muchas gracias.

    • Marian Ruiz dice:

      Hola, Alberto:

      Tal como lo veo:

      1. El punto establece una pauta larga. Es un signo rotundo. El ‘sí’ responde a una pregunta, pero ese punto entre ambas cláusulas sugiere que lo dicho (a lo que se responde ‘sí’) contiene información suficiente (como si repetirlo fuera necedad, dicho sea de forma figurada). Lógicamente, es el menos vinculante.
      2. El punto y coma indica que se añade algo a modo de aclaración.
      3. Los dos puntos marcan que a la afirmación le sigue una consecuencia. Algo así como el porqué de ese ‘sí’.
      4. La coma sugiere que se introduce un matiz; matiz que se considera pertinente por apoyarse en él la afirmación.

      Estos tres vinculan cada uno de forma singular. Depende de la intención del hablante, que puede situarse en un caso, en otro o en otro.
      Espero haberte ayudado.
      Gracias por tu interés.

      ¡Saludos gramaticales!

  • Alberto dice:

    Ojalá tú fueras mi profe. ¡Muchas gracias!

    • Marian Ruiz dice:

      Ja, ja, ja.
      La verdad es que hay profes que nunca se encuentran con sus alumnos y alumnos que nunca se encuentran con su profe.
      Aquí tienes este minúsculo camino, Alberto.
      Gracias.

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