Salvo entre colectivos muy concienciados, la influencia de Internet en la ortografía está siendo decisiva. Se escribe más que nunca, pero también se descuida más que nunca. La ortografía en Internet vive horas bastante regulares.
Mira, tú misma, persona que me lees, si no incurres en prácticas como estas:
- utilizas palabras acortadas o apocopadas
- prescindes de signos ortográficos
- sustituyes preposiciones por símbolos
- tienes las tildes en vade retro
- y a la sintaxis, con el baile de san Vito…
De emoticonos y gifs no digo nada, que ayudan. Al menos, se entienden, que en medio de todo, hay que agradecerlo. 😉

No lo pillo: no sé si me está diciendo que lo dejamos o que seguimos. A ver si llega el emoji.
Un pasado de apenas catorce años
Los más jóvenes no recordarán que los SMS se cobraban por el número de palabras. Nacieron como alternativa económica a las llamadas, pero se cobraban.
Fue así como empezó todo: se impuso el ahorro de letras y se empezó a considerar la ortografía como la prima fea. Ya venía siendo un rollo en clase y ahora, encima, te cobraban.
Tenemos a los especialistas consternados desde entonces: el daño que causaba, tanto a la sintaxis como al orden textual y a la propia gramática no había hecho más que empezar.
Los usuarios —jóvenes, claro— alegaban que sabían escribir bien; que lo único que hacían era ahorrar tiempo y dinero. Cómo no entenderlos y… disculparlos.

Nada como tener un culpable a mano.
La influencia de Internet en la ortografía se contabiliza
Como hay gente para todo, también la hay para rastrear cómo progresa, sobre todo, desde que nos hemos vuelto adictos. El panorama es, aproximadamente, este:
- faltas de ortografía
- fallos de concordancia
- lenguaje abreviado
- ausencia de signos de ‘todo tipo de puntuación’
Está sistematizado que:
- ni tildes ni discrepancias entre «b», «v»
- entre «j», «g», más de lo mismo
- la «k» gana por goleada a la «q»
- la «y» supera sin pudor a la «ll»
- la «h» ha acabado de ser muda en el habla a ser muda en los textos
- ni puntos ni comas ni pausa alguna (para qué)
De manera que comprender un texto equivale a aprender un lenguaje nuevo. Tal está siendo la influencia de Internet en la ortografía.

¡Oh, sí! El chiste con el gift sí que lo pillo.
Lo grave es que estas prácticas invaden los exámenes y se traspapelan las fronteras entre lo informal y lo formal.
Punto de giro ¿sin retorno?
Te decía que se escribe más que nunca pero añado que se hace, sobre todo, fuera de las instancias de corrección (colegios y universidades). Hay urgencia por decir, por obtener respuestas inmediatas. Por sacarse la ansiedad de encima. Hay falta de cuidado.
La influencia de Internet en la ortografía es un termómetro: quienes saben utilizarla por ser de la vieja escuela puede que ni escriban; y entre quienes son de la nueva hay lo que hay: prisas, urgencia, desasosiego. Clic para tuitearSospecho que esa es la madre del cordero. La ansiedad es un problema de los seres humanos de este siglo. Leemos más a lo alto y menos a lo ancho; de lo hondo ni hablamos.
Empieza a ser difícil encontrarse con escritos en los que no haya una falta de ortografía. La cuestión de la ortografía, que siempre ha pertenecido a la escuela, campa de forma más anárquica que libre. Clic para tuitearPero no termina ahí la historia: termina con un buen número de analfabetos funcionales que solo saben levantar pulgares o corazones (hablo de dedos todo el tiempo). Esto a los gobiernos les inquieta bien poco, pero ¿y a nosotros?
Un artículo no es un chat
Lo preocupante no es que sean distintos, sino no saber distinguirlos.

Unas están fuera y las otras, dentro. Ni unas ni otras se comen, pero es importante apreciar dónde van las unas y dónde las otras.
Están por un lado quienes no dejan pasar una y se toman el tiempo que haga falta para puntuar y que incluso los emoticonos estén donde deben estar.
Y, por otro, los del ancha es Castilla, los del qué más da si ya me entienden. A los que se la pela que sus destinatarios se hagan esguinces leyéndolos; mientras no sean ellos quienes deban tomarse el trabajo, todo está bien.
Quienes piensan así es muy probable que…
- no distingan contextos
- no hayan aprendido a hacerlo bien
Hacia dónde camina la ortografía en Internet
La ortografía es compleja. Hay soluciones que apuntan a que las reglas deberían ser más claras y con menos excepciones. Por ejemplo:
- si la h no se pronuncia, fuera
- si entre b y v no hay diferencias en la pronunciación, para qué mantenerlas ambas
Sin embargo, hay estudiantes que sí hacen distingos y que…
- son capaces de ir más allá de lo kitch
- utilizan estilos distintos en función de contextos y circunstancias
- son conscientes, más de lo que lo fueron sus predecesores, de que sus escritos tienen un impacto
- también de que los medios sociales son una cosa y los particulares, otra
Igual que cuando hablan: si es entre colegas, con la familia o con un profesor, se expresan de forma distinta. El lenguaje es el mismo, pero no así las selecciones que hacen de él.

Estos son los que definitivamente saben a qué me refiero.
Significa que se vuelven más sensibles a la complejidad de la comunicación, más capaces de ajustarse a códigos distintos.
Hay estudiantes orgullosos de serlo. A lo mejor no está todo perdido.
Puede que la influencia de Internet en la ortografía, finalmente, beneficie a todo el colectivo. Supongo que va a depender de que consigamos que esa masa crítica crezca y se esponje como un gigantesco bizcocho.
Propina 1
Más que una propina es una petición: prueba a poner más cariño (más cuidado) cuando escribes. Piensa en lo que dices y piensa, sobre todo, antes de escribir.
Cuando haces una crítica influyes: aporta ingenio, humor, aprecia algo que te parezca interesante, matízalo… Hay formas inteligentes y constructivas de interacción con otros seres humanos.
Seguro que, de paso, además de cuidar la ortografía, aprendemos a debatir.