Dar con la fórmula que revela cómo mejorar un texto es el caballo de batalla de quien pretende no ya lucirse, sino facilitar la vida a quien le lee. Y, si es posible, lucirse, por supuesto. Pero es como un dolor de cabeza: el remedio no es universal e inequívoco.
Vaya por delante que un texto claro no necesariamente es un texto corto. Y vaya por delante, también, que mejorar y corregir son cosas distintas. Corregir (hablaremos de ello) es mejorarlo, qué duda cabe, pero aquí me refiero a cómo añadirle categoría; del recorrido que hay desde el primer intento hasta darlo por bueno.
Cada cambio obedece a una razón o tiene una explicación que lo avala. Puestos a la tarea de cómo mejorar un texto, propio o ajeno, es conveniente tenerla.
La primera pregunta es de qué va y, la segunda, para quién.
La cuestión es qué quieres contar y a quién. Si lo dieras a corregir, cada especialista te haría una aportación distinta. Significa que no hay una propuesta unívoca de cómo mejorar un texto. Clic para tuitear
Podrías hacerlo por colores, aunque los colores funcionan mejor para las pinzas.
Entrando en harina: el tema
Imagina un texto cuyo destinatario fuera un público no especializado. Imagínalo como parte de un artículo para una revista de divulgación de contenidos psicológicos:
Cualquier asunto antes de llevarse a cabo, primero se habrá pensado etc., con una intención, y solamente hará aquello para lo que ha sido concebido. Desde este punto de vista, la descendencia es la materialización de lo sentido, vivido con anterioridad. Es la solución a nuestros deseos y podrán condicionar la vida de nosotros en forma de creencias, gustos, profesión, comportamientos, etc.; como que, si en casa hablamos sueco, hablará sueco.
Algunas de estas influencias le ayudarán a vivir la vida con positividad, alegría y éxito. Otras sin embargo, conllevan una carga más pesada y dificultosa. Los casos de hijos concebidos para representar a algún fallecido, cuidar de los padres cuando son mayores, los propios hermanos, para formalizar una relación de pareja inestable, no deseados o deseados como niñas y nacieron niños y viceversa, etc.
El meollo de este escrito —su tema— es esto que sigue: lo sentido y proyectado por los padres condiciona a los hijos a lo largo de sus vidas, tanto a favor como en contra, e influye de forma poderosa en sus decisiones.
Transformando, que es gerundio
Me sirve a mi propósito de ofrecerte alguna herramienta de cómo mejorar un texto. En el párrafo que sigue verás qué componentes he eliminado porque los considero:
- imprecisos
- innecesarios
- incongruentes en el uso personal/impersonal

En efecto, un conector que liga es esto.
Y he añadido elementos donde encuentro aconsejable:
- ligar
- afinar el sentido
- redondear, matizar
⇒Aparte, el ritmo: hay que asegurarse de que se lee cómodamente, cuidando la puntuación y la segmentación de frases y párrafos.
Es un ejemplo de cómo mejorar un texto, o de cómo veo yo que mejora; detrás de un intento así, siempre hay una mirada particular.
A tu criterio lo dejo si consideras que, teniendo en cuenta el contexto y a quién va dirigido, lo consigo o no.
Cómo mejorar un texto como este
Una vez comprendido el mensaje, se trata de que, párrafo a párrafo, diga lo que tiene que decir.
En la mejora de un texto hay tres aspectos comprometidos: precisión, concisión y claridad. Y no significa prescindir de matices, aclaraciones y sentido del ritmo. Clic para tuitearPara muestra, un botón
No explicaré cada una de las intervenciones que desembocan en mi propuesta, pero quiero mostrarte que a cada una le respalda un argumento:
Cualquier asunto proyecto 1, antes de llevarse a cabo, primero se habrá pensado se imagina, planea, prevé 2, etc., con una intención, y solamente hará será el resultado de 3 aquello para lo que ha sido concebido.
1 Proyecto y asunto no son equivalentes. El asunto es el tema; el proyecto, todo lo previo a ejecutarlo.
2 Lo que se hace para proyectar cualquier cosa es más que pensar: se empieza por imaginar y se van haciendo planes, previsiones…
3 Es la persona o personas quienes lo llevan a cabo. El proyecto solo resultará así o asá en función de premisas y condiciones. Mucho mejor evitar las personificaciones en textos de no ficción.

A veces hay que estirarse un poco.
Un párrafo más para ver cómo mejorar un texto así
Desde este punto de vista, la descendencia es la materialización de algo que ya se ha sentido o vivido
con anterioridad4. Es la solución a nuestros ciertos 5 deseos y, por descontado 6, a carencias que 7 podrán condicionar fácilmente 8 la vida de nosotros ese descendiente 9 en forma de creencias, gustos, profesión, comportamientos, etc.; algo tan natural y sencillo 10 como que, si en casa hablamos se habla 11 sueco, él 12 hablará sueco.
4 «Lo sentido o vivido» presuponen un tiempo anterior. Si anteponemos un «que ya» [se ha sentido o vivido] evitamos la redundancia.
5 El texto se inicia en forma impersonal: «se concibe», y se añade la tercera persona: «una pareja». Lo propio es continuar sin añadir otra más (nada de «nosotros», en este caso).
6 «por descontado» es un conector de apoyo argumentativo: completa la idea.
7 No se trata de deseos en términos exclusivos, sino de carencias que subyacen a ellos. Digamos que cada deseo presupone una falta de algo. La afirmación es más precisa si incluimos este dato.
8 Un adverbio terminado en –mente. A veces son necesarios: deseos y carencias pueden condicionar fácilmente la vida, pero no tienen por qué ser determinantes. No son órdenes, sobre todo, si uno se vuelve consciente de ellos.
9 Mantenemos la correlación con «descendencia».
10 «algo tan natural y sencillo»: es más claro y culto que un «como que» solo.
11 Para perseguir la coherencia verbal: modo impersonal [«se habla»] en lugar de 1ª persona del plural [«hablamos»].
12 Añadimos el pronombre personal para no perdernos. Veníamos hablando del descendiente.
Una propuesta de texto mejorado
Puedes comprobarlo: vuelve a leer el texto del principio y compáralo con este que sigue. Lo ideal es que saques tus propias conclusiones. Ahí va mi propuesta:
Organización y ritmo y, ¡hale hop!: un resultado más claro hasta con las pinzas.
Cualquier proyecto se concibe con un propósito, persigue un resultado. Desde este punto de vista, la descendencia es la materialización de lo que una pareja ha sentido o vivido ya. Por así decirlo: supone la culminación de sus deseos. Sin embargo, acarrea también carencias que podrán condicionar fácilmente la vida del descendiente: en forma de gustos, profesión, comportamientos o creencias; tan natural y sencillo como que, si en casa hablan sueco, él hablará sueco también.
Algunas de esas influencias van ayudar a la persona a vivir de forma positiva, alegre y exitosa. Otras, sin embargo, conllevan una carga más pesada y entorpecedora.
Son los casos de hijos concebidos para representar a algún fallecido, proyectados para cuidar de los padres en su vejez o, incluso, para atender a los propios hermanos. Estos hijos, en realidad, han sido elegidos como coartada: tal vez para formalizar relaciones de pareja inestables o para reemplazar embarazos frustrados. Son criaturas nacidas en un ambiente de tristeza por causas amargas: fallecimiento de familiar, rechazo por razón de sexo, de apariencia o, sin ir más lejos, de cualquier expectativa que no se haya visto satisfecha.
Propina 1
Escoge decir lo máximo con el menor número posible de palabras, pero garantízate que tu texto se comprenda. Y tanto si se trata de un texto literario como si no, busca el modo de decirlo bellamente 1.
Ernesto Sábato lo sintetiza así:
Un buen escritor expresa grandes cosas con pequeñas palabras; a la inversa del mal escritor, que dice cosas insignificantes con palabras grandiosas.
Propina 2
Bellamente, en un texto literario, implica ayudarse de toda la artillería lingüística: metáforas, anáforas, símiles, personificaciones, epítetos; recursos que ayudan al lector a recrear ese mundo imaginario. Forma, tono, estilo, sintaxis, diálogos, etc., tienen que conducir a ese fin.
En un texto expositivo o argumentativo, bellamente es rigor, claridad, organización escalada de las ideas para llegar a esa conclusión que resuelve la tesis inicial.
1 Recurro de nuevo a un adjetivo terminado en -mente. Decir de forma bella equivaldría (porque el sentido se mantiene), pero convendrás conmigo en que la cadencia no es la misma.
Detectar cuándo sí y cuándo no: ahí es nada.
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Hola,Marian
Muchas gracias por el post. El segundo párrafo corregido, donde hablas del uso del impersonal y el quitar ese «nosotros» es muy bueno; creo que he cometido ese error alguna que otra vez. Es uno de esos que «se cuela» sin darme cuenta.
Sobre corregir y mejorar, te digo que desde que estoy escribiendo los borradores de todo con más libertad, sabiendo que luego llegará la parte de editar, limpiar, corregir y mejorar, disfruto más.
Y por último, he corregido dos errores del uso del impersonal en este comentario. Sí, dos errores en cuatro líneas. Casi nada.
Un abrazo!
¡Hola, Oscar!
Ahí está la clave, en saber ver, ¿no? De lo contrario, puedes dar veinte vueltas al texto y que no se te revelen las incongruencias. Y, como dices, hay un momento para todo: escribes a tu bola, disfrutas y dices lo que tienes que decir; varias horas después, vuelves y ahí te lo encuentras. Momento de discriminar, corregir, enderezar, mejorar… Pero hay que tener la mirada entrenada o no te encontrarás más que el eco de una voz familiar.
Bienvenido al club de los que se dan cuenta.
Otro abrazo para ti.