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Oír y escuchar no son sinónimos… ni ponen en marcha las mismas fuerzas. Dicho de forma simple: oigo a mi pesar, sucede sin que yo tenga que hacer nada como no sea disponer de oídos en buena forma. Escuchar, no.

Oír es así: algo suena y mis oídos lo captan. Si me dices ¿me oyes?, ¿oyes lo que te acabo de decir?, puedo responderte que sí y no haberme enterado de nada. Haberte oído como quien oye llover, sin fijarme en lo que dices.

Oír y escuchar no son sinónimos

Es que a veces te pones muy pesado con tus cosas y estoy a punto de…

Oír es una cosa; escuchar, otra. Oír y escuchar no son sinónimos. Escuchar se hace además de oír: va un paso más allá. Share on X

Aunque el diccionario incluya en oír algunas acepciones que implican atención, esta no se da por defecto ni por el mero hecho de tener oídos. Que oír y escuchar no son sinónimos es lo que vengo a exponer.

oír

Del lat. audīre.

  1. Percibir con el oído los sonidos.
  2. Dicho de una persona: Atender los ruegos, súplicas o avisos de alguien, o a alguien.
  3. Hacerse cargo, o darse por enterado, de aquello de que le hablan.
  4. Asistir a la explicación que el maestro hace de una facultad para aprenderla. Oyó teología. Oyó al catedrático.
  5. Der. Dicho de la autoridad: Tomar en consideración las alegaciones de las partes antes de resolver la cuestión debatida.
Oír y escuchar no son sinónimos

Dotación mínima para oír.

La segunda acepción me despista y la tercera, depende, porque se da en casos muy concretos y con alguien que grita y fuerza la atención de su interlocutor.

De oyó teología y oyó al catedrático, ya te diré lo que sacó en claro el oyente: como para hacerte un resumen de varias páginas (modo ironía).

Oír y escuchar no son sinónimos

Para escuchar se requiere algo más que oído.

En lo que pone de su parte la autoridad cuando oye, como afirma la 5.ª acepción del DRAE, no entro, aunque sospecho que se parece más a lo que me interesa.

Oír y escuchar no son equivalentes

Coincido con lo que trae el diccionario en su primera acepción: percibir con el oído los sonidos.

A veces alguien dice ¡no te escucho nada!, ¡habla más alto!, cuando lo apropiado sería ¡no te oigo nada!, ¡habla más alto! En circunstancias así el problema es que hay ruido o interferencias, pero no falta de interés.

El diccionario afina más cuando se refiere a escuchar:

escuchar

Del lat. vulg. ascultāre, lat. auscultāre.

  1. Prestar atención a lo que se oye.
  2. Dar oídos, atender a un aviso, consejo o sugerencia.
  3. Aplicar el oído para oír algo.
  4. Hablar o recitar con pausas afectadas.
Oír y escuchar no son sinónimos

Serás capaz… Y de lo mío, ¿cuándo hablamos?

Para escuchar hay que prestar atención, aplicarse; de forma coloquial se dice poner la oreja. Aunque es posible poner la oreja y ausentarse.

Si oír es meramente fisiológico, escuchar no. Si escuchas, interpretas lo que ha llegado a tu oído: escuchas para algo (para saber, para enterarte, para comprender). Oír puede ser… para nada. Entre oír y escuchar media la intención y detrás de una intención hay una voluntad, un objetivo.

Imagina que te han dado una orden o te han hecho una petición: la has oído, pero la puedes ignorar. Escuchar, en cambio, implica que te haces cargo, que atiendes, que utilizas pequeñas estrategias para indicar a la otra parte que estás ahí.

 

Oír es pasivo y escuchar es activo. El matiz es notable. Share on X

Entre escuchar y escuchar de forma activa también hay niveles

Llegas a casa y tu colega de piso te pregunta: ¿Qué tal el día?, ¿todo bien? y cuando empiezas a responder, te interrumpe con un pues anda, que si te cuento yo…

Y te cuenta. Te lo cuenta todo de principio a fin, se pierde por los cerros y, cuando vuelve, hasta puede que te hayas ido, metafóricamente hablando. Porque has escuchado un rato, descubierto que era lo de siempre, has dejado tus orejas ahí y te has escabullido a tus cosas.

Oír y escuchar no son sinónimos

Y podíamos descansar un rato y ya luego, si eso…

Te ha atropellado y te ha tomado como rehén. Las amables frases del principio no eran sino una mera introducción para hacerse con el discurso y no parar…

A la escucha activa se le añade otro ingrediente, además de oídos e intención: una competencia emocional llamada empatía.

Porque oír y escuchar no son sinónimos

Si tomas la escucha desde esta segunda perspectiva, la diferencia con la mera audición —con el mero oír— se extrema: escuchas haciendo saber que escuchas y que… comprendes. Tu interlocutor percibe que atiendes y entiendes lo que te dice.

Mientras te habla, das muestras de que estás ahí con tu compromiso de recibir lo que te ofrece: asientes, emites pequeñas interjecciones de apoyo, gesticulas. No interrumpes.

Y cuando termina, tampoco arrancas diciendo pues si yo te contara. Primero, reformulas lo que te ha dicho. Opinas. Comentas. Propones. Solo después cuentas lo tuyo y tratas de hacerte entender. Porque oír y escuchar no son sinónimos. Escuchar te obliga; oír, no.

Como vea yo que te escabulles ahora que me toca a mí, la lío parda. Que lo sepas.

Propina 1

Aún hay otro nivel: la co-escucha o escucha compartida. Es confidencial. Tiene lugar en entornos de trabajo y crecimiento personal. Una de las personas habla mientras la otra permanece callada hasta el final del tiempo pactado. Puedes leer más aquí.

A continuación, se intercambia el rol y pasa a ser la otra la que habla mientras la primera escucha.

Lo que cobra valor es la calidad de la presencia.

Propina 2

En un mismo mensaje puede haber más de una intención comunicativa. Detrás de una pregunta como:

—Recibiste una carta esta mañana, ¿no?

Es probable que esperes algo más de un sí o un no. Según de quién venga, en qué momento y dependiendo de su tono, podría esconder un ánimo más que curioso; tal vez un temor, tal vez un ánimo controlador.

El lenguaje es inocente; tú y yo, no.

Propina 3

—Era la letra de una mujer falaz y taimada…

¿Qué descubres detrás de esa afirmación?

Si quieres aprender a escribir con propiedad y concisión, recuerda que puedo ayudarte.

2 Comments

  • Francesc Flix Langa dice:

    Hola, Marian,
    Has hecho un buen análisis de la diferencia entre oír y escuchar.
    En mi opinión, sería comparable a ver y mirar.
    Ver nos viene por defecto; mirar implica atención, un cierto nivel de observación.
    Por cierto, ¿crees que mirar y observar son sinónimos?
    Un saludo

    • Marian Ruiz dice:

      ¡Hola, Francesc! También para mí es comparable. Como dices, ver es por defecto; basta con tener ojos que vean. Mirar ya es un acto de voluntad que implica mayor atención. Y observar es aún un nivel más fino de examen, ¿verdad? Así que no; no son sinónimos.
      Gracias por dejar tu comentario.
      Un abrazo.

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