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La marca personal de la mujer y un día propicio para hablar de esa huella: 8 de marzo. Algo se está moviendo entre las mujeres. Y no solo. Digo mujeres, pero añado y entre hombres sin conflicto con la parte femenina de su masculinidad.

La marca personal de la mujer-Marian Ruiz

Reivindicar para poder avanzar.

Algo se mueve entre las mujeres hartas de ser abusadas, ignoradas, pospuestas, ninguneadas, reducidas a función decorativa; guerreras sin más guerras que librar que las del hogar; amazonas del cuidado de los otros y de los trabajos de segundo orden. Mujeres sin linaje. Un proletariado femenino que las engloba a todas. Nos engloba a todas.

Mujeres para quienes la marca personal aún es un concepto precario.

Más allá del día de la reivindicación

Hay una hartura congregada en estos últimos tiempos que requiere todavía de un día específico para hacerse visible. Hay que contárselo a quienes viven mirando para otro lado, a quienes siguen pensando que tenemos el mejor mundo posible. El 8 de marzo es un día para sumar impulso al impulso. Para hacer marca de mujer, personal y colectiva.

Porque el impulso viene tomando fuerza. La gota más reciente que ha colmado el vaso es la polémica por denuncias contra Harvey Weinstein; y no solo contra él, sino con repercusiones hacia otros del entorno de Hollywood. La ceremonia de los Oscar de este 2018 ha mostrado un apoyo decidido a las mujeres, tomando en cuenta los movimientos en redes sociales como #MeToo o #TimesUp. El discurso de Jimmy Kimmel estuvo a la altura.

Esa mujer y su marca personal lleva un tiempo modelándose. Recorre un camino de reivindicaciones contenidas en su núcleo.

Pero aún tiene que hacer valer lo propio por derecho de existencia e ir más allá.

Trabajos que no generan ‘valor’

Lo que queda circunscrito al hogar no es trabajo. Ha venido siendo y es aún responsabilidad de la mujer. Un dictado viejo lo consigna. La marca personal de la mujer queda circunscrita a su rol tradicional.

Va encontrando cierto relajo entre generaciones más jóvenes, que asumen el hogar como patrimonio personal. Los trabajos que demanda la casa no generan valor de transacción, pero compensan en cuanto a estabilidad y relación íntima; cuando menos, de cada uno consigo mismo. Valor de cohesión entre quienes viven juntos.

La marca personal de la mujer-Marian Ruiz

El hogar cobra una nueva perspectiva.

Además, hace ya unas décadas que la mujer ha empezado a cotizarse en el mercado laboral. Se podría decir que esto chuta. Que su impronta está a punto de ser tasada como merece.

Pero no. Porque si chuta, chuta a medias.

Fuera del hogar siguen los asientos de segunda y de tercera, la precariedad normalizada, integrada, asumida con naturalidad; como se asume que la noche sigue al día o viceversa. Dentro del propio proletariado, siendo, por tanto, doblemente proletaria.

El hecho de ser mujer se mantiene como exponente devaluatorio.

La marca personal de la mujer: ¿desventaja competitiva?

Un artículo de Harvard-Deusto habla de gestionar las desventajas para asegurar la viabilidad del negocio frente a la competencia. Habla de buscar el equilibrio: de que el cliente sienta que gana y que también lo sienta quien hace la oferta.

Aplicado a la marca personal de la mujer sería: no voy a trabajar como hombre, sino como mujer que soy. Enfoques menos estructurados a cambio de mayor cohesión, minuciosidad y cordialidad. #DíaInternacionalDeLaMujer Share on X

La marca personal de la mujer-Marian Ruiz

… y nunca perder el norte.

Diario Córdoba se hace eco de diferencias notables en la forma de trabajar de mujeres y hombres:

  1. Las mujeres muestran más responsabilidad por lo que hacen, y presentan un elevado compromiso y espíritu de esfuerzo.
  2. Se decantan por un entorno laboral más estructurado y un trabajo más cuidado.
  3. Son más detallistas y no improvisan.
  4. Sus superiores obtienen más apoyo de ellas (analizar este punto se escapa al objetivo de este blog). Los hombres suelen estar más interesados en sus propias promociones.
  5. Son más originales en el aporte de soluciones; ellos son más creativos.

Una manera de trabajar específica hace competitiva a la mujer. Es singular, valiosa, distinta. Falta apreciarla como tal, normalizarla e incorporarla en la estrategia empresarial. No sé si debe tomarse como desventaja competitiva (vale la pena entrar a fondo en el artículo), pero desde luego se trata de integrar lo que ya es y hacer valor de ello.

La marca personal de la mujer toma cuerpo si dejamos de cuestionarla desde parámetros viejos; si adoptamos un sistema de medidas que tome en cuenta los aspectos diferenciales. Si volvemos más femenina la empresa y eliminamos de lo femenino toda la carga ñoña, melindrosa e insustancial.

Hombres y mujeres parecen dar un valor igual al trabajo en equipo y a la cercanía física con el grupo. ¿Será verdad que esto marcha?

 

Propinas

Propina 1: Hay mujeres que explotan por igual a hombres y mujeres. Mujeres que niegan los aspectos diferenciales y los valores de la femineidad. Mujeres que siguen perpetuando la fórmula patriarcal.

Propina 2: Soy optimista, pero no soy ingenua: esto marcha en función del nivel de conciencia general, y en lo general estamos todos. Solo acelerará si aceleramos personal y colectivamente unas y otros.

Propina 3: Las niñas aprenden antes a hablar, su lenguaje es más rico y su sintaxis más compleja, tal vez porque sus juegos son más simbólicos. Sin embargo…

La mujer y su marca personal-Marian Ruiz

… en esta paradoja estamos.

2 Comments

  • Eliana dice:

    Marian, primero que nada, déjame felicitarte por tu blog, no había tenido la oportunidad de pasear por él y me ha fascinado, así que me quedé un rato en este post para leer y aprovecho para dejarte un comentario.
    Yo soy una apasionada de estos temas femeninos y de la reivindicación de la mujer en los ámbitos sociales, y es cierto que las mujeres estamos dando pasos agigantados en esto del posicionamiento y la marca personal, pero también es cierto que lo patriarcal todavía deja su halo de destello en las grandes compañías y en los puestos más altos de las grandes empresas, pero no pierdo la esperanza de que todo esto cambie. Yo me sorprendí al saber que Oprah es la primera mujer negra que recibe el globo de oro, y es que estamos hablando que la tendencia a marcar a la mujer no solo por su género, sino también por su raza, es algo que todavía está predominando. Pero ahora somos muchos, incluyendo a los hombres que reconocen su lado femenino, quienes trabajamos por un mundo de inclusión donde el feminismo no es solo una doctrina, sino un movimiento que está cambiando mentalidades y acercando a muchos a la consciencia.
    Un gran saludo mi apreciada Marian.

    • Marian Ruiz dice:

      Gracias por tomarte tu tiempo, Eliana: me consta que no te sobra. Cómo no coincidir en tu valoración. Yo, que tiendo a ver el vaso medio lleno (que me esfuerzo sinceramente en ello, quiero decir), creo que estamos asistiendo a cambios extraordinarios, pero si el ser humano avanza dando traspiés, en este caso no iba a ser menos. Así y todo, la conciencia se abre paso y va apartando las aguas. Siento que no tiene vuelta atrás, que es una misión en la que estamos todos involucrados: el futuro ha de ser femenino en el más amplio e inclusivo sentido de la palabra, o no habrá futuro. ¿Y cómo pensar que no lo habrá? ¡Tus criaturas y las de millones más nos exigen ese legado!

      Un abrazo enorme, Eliana querida, y ¡gracias por tu visita!

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