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El punto y coma y dónde ponerlo, ¿verdad? Te lo encuentras y te asalta la perplejidad. Miras ese signo que más parece cosa de maniáticos y puntillosos correctores, o de textos de otro tiempo; de hecho, cada vez se ve menos. (Y Marian acaba de plantar un punto y coma y ¿por qué?).

Hay algo asociado a lo académico en esto del punto y coma; incluso asociado a cierta ranciedad en textos que presumen de rigurosos y solo suscitan antipatía. Quizá por eso va teniendo menos presencia y lleva camino de desaparecer.

Lo que dice la Academia sobre el punto y coma

La norma académica, de entrada, dice algo que resulta difícil de aplicar: «Representa una pausa algo mayor que una coma y menor que un punto».

Ya te veo: «Vaya. O sea, que el punto y coma está entre Pinto y Valdemoro. Si los territorios de la coma y del punto están bastante definidos, este pobre tiene una pata en cada pueblo. Es muy difícil atinar así». Es cierto, la coma tiene tela. Tiene esta tela y tiene esta otra y, por si fuera poco, también esta, que depende del gusto. Pero al punto y coma no terminas de verle un lugar que le sea propio.

No sabes si implica unión o implica separación.

Despejamos la primera incógnita: un punto y coma es antes unión que separación; une más que separa. Clic para tuitear
Para qué sirve el punto y coma

El punto y coma está a punto de hacer un ensamblaje digno del mejor ebanista.

Despejamos la primera incógnita: el punto y coma no es un stop. Une más que separa.

Lo que sabes: el punto y coma y dónde ponerlo

No te engañes: sabes que hay usos fáciles; uno, sobre todo, especialmente fácil: tiene que ver con el orden de ciertos elementos en la frase. Cuando ya has puesto comas y no es suficiente, plantas un punto y coma:

El punto y coma y dónde ponerlo

Atinar con la utilización de punto y coma es trabajar el texto a nivel experto (disculpas por el pareado).

  • Ordenas cajones a la vez que ordenas la frase, como aquí:

Se puso a ordenar el cajón del escritorio: papeles y sobres, a la derecha; clips, cajitas de grapas y gomas, a la izquierda; y los abanicos y el par de paipáis, delante, para tenerlos bien a mano mientras apretara el calor.

  • Administras una secuencia interminable que, de otro modo, resultaría confusa:

Tengo que decirte varias cosas: por un lado, que aborrezco las presiones porque me quitan el aire; por otro, que presentarme en casa de esa gente no me hace ninguna gracia porque me obliga a ir de punta en blanco y… hace mucho que dejé atrás esas pesadísimas convenciones sociales; y, por otro, que si quieres seguir llevándote bien conmigo, hagas el favor de cambiar tu actitud de perdonavidas. 1

  • Cada vez que una enumeración llama a tu puerta:

Para preparar un buen mojito, sigue estos pasos: 1) Reúne los ingredientes: ron, hierbabuena, azúcar, lima o limón, tónica y hielo picado; 2) pon el azúcar en el fondo del vaso; 3) pon las hojitas de hierbabuena y májalas un poco para que liberen su aroma; 4) añade la lima; 5) completa con el ron, la tónica y el hielo picado. 

Otro uso del punto y coma que también conoces

Los conectores que indican oposición también llevan un punto y coma delante; sobre todo (como aquí), cuando la oración que encabezan tiene una extensión más o menos larga.

Dijo que estudiarían solo en clase; sin embargo, cada día fueron aumentando las tareas para casa.

Es un alivio que no mantenga esa actitud; pero ya es tarde, porque me pondrá cara de mosquita muerta una vez más, y… me la conozco.

También delante de conectores con sentido concesivo:

Se lo volveré a decir las veces que haga falta; aunque mi paciencia tiene límites y cada vez son más estrechos.

O delante de aquellos conectores con sentido consecutivo (es decir, a partir de los cuales se desprende una consecuencia). Los típicos suelen ser por consiguiente o en consecuencia, más formales que de modo que o de manera que, a los que recurrimos con más frecuencia:

Apenas ha habido días de sol en mayo; de manera que las flores que tanto le alegraron la primavera pasada este año han brillado por su ausencia.

Lo que dudas: el punto y coma y dónde ponerlo

Mira esta frase que destaco a modo de ejemplo; fíjate dónde hay comas y dónde punto y coma (incluso en esta misma que acabo de escribir). Y pon la intuición a trabajar:

Teníamos delante un buen tapiz de hierba, árboles, arbustos, flores, veredas de tierra; y desagradables puntitos que distorsionaban la piel natural y fatigaban la mirada: pañuelos, mascarillas y envases de plástico.

Lo que separa, pero sin forzar demasiado, es el punto y coma. Porque separa en lo escrito, pero en lo que respecta al sentido une.

Dónde poner el punto y coma

—¿De veras hace falta el punto y coma? Mira todo lo que llevo leído y ¡ni uno!

Y me explico.

En la frase del ejemplo, en primer lugar, hay una secuencia de elementos que son los propios de un entorno natural: «tapiz de hierba, árboles, arbustos, flores, veredas de tierra».

En segundo lugar: hay una descripción de algo que desentona, aunque esté en ese entorno («y desagradables puntitos que distorsionaban la piel natural y fatigaban la mirada»); le sigue, a su vez, otra descripción («pañuelos, mascarillas y envases de plástico»).

Lo que hago con el punto y coma es reunir todo lo que, como dice el ejemplo, teníamos delante: lo propio y lo impropio del entorno natural.

Y lo que hago, al mismo tiempo, es separar lo propio del entorno de lo que distorsiona y en lo que quiero hacer hincapié: toda esa basura.

Ese lugar que otorgo al punto y coma y donde lo necesito yo

Nada me haría más feliz que insuflarte un pequeño porcentaje de la simpatía que me inspira el punto y coma:

Por supuesto que podría seguir escribiendo sin utilizar punto y coma y que podría negarme; pero no me da la gana.

Podría haber puesto coma, sin duda.

Podría negarme, pero no me da la gana.

¡Ah! Pero no lo hago: perdería ese matiz que quiero darle porque me interesa oponer no me da la ganapodría seguir escribiendo.

También me habría valido un punto, que es la tendencia actual:

Podría negarme. Pero no me da la gana.

Hasta podría haber bajado de línea esa segunda secuencia. En cambio, me resulta demasiado cortante; es más: podrías pensar que se trata de otra idea aparte. Esta solución del punto va ganando adeptos y la consecuencia es que los textos se llenan de un dramatismo innecesario. No necesito poner las espadas en alto para decir eso. Compara, si no, la frase del punto y coma con esta otra:

Por supuesto que podría seguir escribiendo sin utilizar punto y coma y que podría negarme.

Pero no me da la gana.

Un punto y aparte así suena lapidario. Y tampoco es para tanto.

Yo estoy a favor del punto y coma; eso sí: otra cosa es querer imponerlo a toda costa o llamar cosas feas a quien decide no usarlo.

El punto y coma: territorio de intuiciones y sutilezas

De todos modos, me pregunto dónde nace esa resistencia a introducir pausas intermedias en el texto (nos citaremos con los dos puntos en otra ocasión).

Dicen que el punto y coma es el que mayor grado de subjetividad presenta. También lo creo. Pero porque es cuestión de sensibilidad, de conectar con matices; como cuando adivinas que determinado color ocre tiene más o menos carga de rojo o de verde: se logra con entrenamiento; siendo permeables a niveles más profundos de comprensión.

El punto y coma y su posición en el texto

Cada vez que leas «el punto y coma sirve para separar oraciones sintácticamente independientes pero con estrecha relación semántica», traduce: son oraciones que se escriben separadas, pero que están unidas por lo que vienen a decir, tan tan próximo. Eso, amiga mía, amigo mío, crea un hermanamiento que solo el punto y coma es capaz de revelar en la escritura:

Confinados hasta nueva orden; fue una medida de urgencia.

Los hospitales no daban abasto; hasta los pasillos se llenaron de camas.

No; aún no está. Espera a la semana próxima que saldrán los resultados.

Es obvio que la cuestión familiar está de fondo; nadie elige dónde nacer ni dónde morir.

Aquella auxiliar era como el rayo; había que ver cómo corría de un lado para otro.

La situación era tremenda; solo quienes tenían claro su cometido hacían algo.

Si ves que el vínculo es débil, punto y seguido.

Propina 1

El punto y coma tiene un plural invariable. No existen los puntos y comas.

Pon los puntos, las comas y los punto y coma atendiendo a la función que demanda cada uno.

También podrías decir:

A partir del artículo que escribió Marian, he empezado a amar los signos de punto y coma.

Propina 2

Llámame cursi, pero se me hace que esto es como el amor: a mayor pasión, más dispuesta a echar la casa por la ventana.

Puede que hoy hayas descubierto el punto y coma y que, a partir de hoy, lo pongas a diestro y siniestro. No siempre atinarás y no pasa nada. Las locuras que se hacen por amor se perdonan por lo mismo.

Ahí entra la labor de la correctora. Fíjate qué corrige y qué no. Ve cultivando ese amor para que crezca. Porque… ¡ah, cuando el amor madura! Y madura así, a base de mimos, de detalles, de fijarse en qué sí y en qué no.

 

1 Puede que te resulte un tanto ortopédico, pero funciona. Ordena. Se lee mejor que si solo pones comas y resulta menos rotundo que si solo pones puntos.

 

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9 Comments

  • Anahí González dice:

    Muchas gracias por estas interesantes ideas sobre el punto y coma.

  • Lia dice:

    Me ha encantado esta entrada. Gracias.

  • Buenas noches, tengo una duda con respecto al uso del punto y coma: ¿por qué es válido su uso en este texto?: «Dicho de una cosa: Que tiene un movimiento o agitación semejante al temblor; como la luz de una vela». Lo saqué de aquí: https://dle.rae.es/tr%C3%A9mulo?m=form. No logro dilucidar cómo es que se podría justificar ahí. ¿Qué piensas? Saludos.

    • Marian Ruiz dice:

      Hola, Camilo:

      Quien escribe ese texto concluye la frase en ‘temblor’ y, a renglón seguido, le surge una imagen muy ligada a lo que acaba de decir. Deduzco que no quiso añadir la comparación en un principio. ¿Puedes ver, además, que la cláusula que sigue al punto y coma cobra un impulso adicional que no tendría con la coma?

      Saludos literarios,

      Marian

  • Y también hay un caso parecido en su publicación: «Pero porque es cuestión de sensibilidad, de conectar con matices; como cuando adivinas que determinado color ocre tiene más o menos carga de rojo o de verde». ¿No sería mejor la coma o también se puede justificar el punto y coma? ?

    • Marian Ruiz dice:

      Hola de nuevo, Camilo:

      Habrás leído que el punto y coma es el signo que mayor grado de subjetividad presenta. En efecto, en ese caso, habría valido también una coma, pero quise darle ese valor diferencial porque, además, la oración que sigue al punto y coma tiene una cierta longitud. ¿Se nota mi debilidad?

      Esto habría sido distinto: “Pero porque es cuestión de sensibilidad, de conectar con matices como si fueran mezclas de colores».
      O esto. “Pero porque es cuestión de sensibilidad, de conectar con matices, como pasa con los colores”.

      ¡Salud, sensibilidad y buenos escritos!

      Marian

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