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Hay a quien le tienta hacer desaparecer la línea roja que va del plagio al parafraseo. Total, si todo el mundo cuenta más o menos lo mismo; total, si todo está ahí para ser usado. Y quién se va a dar cuenta, con todo lo que hay para leer. Total.

En este artículo te prometí abordar el parafraseo. Me propongo establecer la ruta que va del plagio al parafraseo pasando por formas más o menos benignas de hacerlo.

Plagiar sabes lo que es y no necesitas que te lo cuente; así y todo, hablaremos de ello. Además, este es un artículo eminentemente práctico, de manera que vamos a distinguir blanco sobre negro lo uno de lo otro y de lo otro. Luego decides en qué lado de la línea te colocas y cuál es tu grado de autoexigencia, tanto ética como profesional.

Internet es una olla en la que hay de todo; si vas flojo de ideas, te brinda una ayuda capital. Con esto quiero decir que, si es fácil copiar de un libro, hacerlo desde la red es pan comido.

Lo malo del plagio

Si piensas que lo malo del plagio es que te pillen, no diré que te equivocas, pero no es lo peor. Desde luego, pasarás un buen bochorno y te quedará marca, como ya les ha pasado a algunos nombres señalados. Luego, cada quien se ha defendido y se defiende con mejor o peor fortuna. Lo malo del plagio en este caso suyo tiene que ver con la popularidad de la que gozan, que pone un altavoz a las malas prácticas. Una popularidad que se les vuelve en contra de forma manifiesta.

Del plagio al parafraseo

Esto que aquí parece accidental, cuando ocurre entre dos textos se llama plagio.

Tú y yo, que no somos famosos ni lo pretendemos, tendríamos un perjuicio aún mayor: el estancamiento, la renuncia a pensar  y a sacar conclusiones particulares de lo que vamos absorbiendo. Ese es un ascensor que en lugar de subir, baja, aplasta, tritura.

Como decía Virginia Woolf, «no es necesario apresurarse, no es necesario brillar, no es necesario ser nadie más que uno mismo».

Eso de la intertextualidad

Las ideas se fundan sobre ideas previas. Decir que las palabras no son nuestras de forma rigurosa es de Perogrullo. Todo lo tenemos en usufructo. Lo que podemos hacer a partir de ideas y de palabras es generar algo distinto; y distinto no tanto por la genialidad de la idea —gracia reservada a unos pocos—, sino por la mirada.

Verás. Abordar qué hay en un texto puede hacerse desde dos puntos de vista:

  • El de lo que expone y cómo lo compone (análisis formal y estructural).
  • El del contexto en el que se produce y que toma en cuenta a quién va dirigido (análisis extratextual).

El camino de baldosas amarillas que va del plagio al parafraseo invita a hablar de las hierbas que crecen en los bordes y en los intersticios que las unen. La intertextualidad es la más importante. Dentro de ese mosaico, la intertextualidad es una corriente que fluye entre textos y que en manos de quien la utiliza es…

  • A veces, un homenaje a ciertos autores.
  • Otras, una parodia de un estilo, ideología, prejuicios…
  • Y otras más, una invitación a determinadas lecturas y a los paralelismos que ofrecen.
Del plagio al parafraseo

Acaba de despertarse y de descubrir las múltiples conexiones entre lo que lee. Momento de serendipia. Respetemos su euforia.

Claro, para que la creatividad se despierte ahí, hay que disponer de una gran cultura y no solo literaria; es necesario un gran fondo de conocimiento. Solo así saltan las diferencias, los puntos de contraste o las similitudes entre cierto original y otros que se le parecen. O entre las distintas obras de un mismo autor. La historia lingüística sería una especie de gigantesco e inabarcable palimpsesto. Conviene reforzar la cautela y tomarse el tiempo que las ideas requieren para ser incorporadas.

Entramos en harina

Escojo un texto para ilustrar los niveles que van del plagio flagrante al parafraseo que no precisa siquiera de la cita al autor. Mihály Csíkszentmihályi es profesor de psicología en la Universidad de Claremont y el párrafo extractado pertenece a su libro Fluir (flow). Trata de la felicidad centrada en la creatividad y la motivación. Y ofrece una fórmula: incrementar los desafíos. Desde mi punto de vista y por mi experiencia, un modo realista de hacerse compatible, a pesar de todo, con lo que sucede en el gran teatro del mundo —y parafraseo ya a Calderón de la Barca— que llamamos realidad.

Del plagio al parafraseo, vamos haciendo paradas:

Plagio

«Parece que cada vez que evitamos un peligro que nos acecha, una amenaza más sofisticada aparece en el horizonte. Tan pronto inventamos una substancia, sus productos derivados empiezan a contaminar el entorno. A lo largo de la historia, las armas que fueron diseñadas para proporcionarnos seguridad se han vuelto contra nosotros y han amenazado con destruir a quienes las construyeron. A la vez que vencemos algunas enfermedades, surgen otras nuevas más virulentas, y si, durante un cierto tiempo, la mortandad se reduce, luego la superpoblación empieza a amenazarnos. Los cuatro jinetes del Apocalipsis nunca han estado muy lejos. La tierra puede ser nuestro único hogar, pero es un hogar lleno de trampas que pueden saltar en cualquier momento».

El extracto es literal, tomado de la página 23 de mi edición de bolsillo del año 2009. De haber ido sin entrecomillar y sin citar la fuente, sería un claro ejemplo de plagio. De haber llevado mi firma, quien se lo hubiera tropezado habría pensado que era mío.

Del plagio al parafraseo

Este aire de intelectual sesuda no da para la genialidad. Solo es el una modesta correveidile que conoce bien las diferencias entre el plagio y el parafraseo.

Parafrasear tiene que ver con decir de otro modo, con aclarar o explicar, mientras que plagiar es copiar con mayor o menor disimulo. Clic para tuitear

Plagio disimulado

El camino que va del plagio al parafraseo está tan lleno de trampas como las que menciona el texto de referencia. Este que sigue no es un plagio literal. He cambiado un poco la construcción y buscado algunos sinónimos, pero, si no es gemelo, verás que es hijo del mismo padre:

Las amenazas acechan en cuanto solventamos amenazas previas. Tenemos práctica en inventar sustancias cuyos derivados contaminan después el entorno. De hecho, construimos las armas para obtener seguridad y, ahora, no solo se han vuelto contra nosotros, sino que amenazan con destruirnos a todos, incluidos quienes las inventaron. Pasa igual con las enfermedades, que combatimos unas y aparecen otras más virulentas; primero, ponemos a raya la mortandad, pero enseguida surge la amenaza de la superpoblación. La tierra no deja de ser un hogar peligroso, con trampas acechando el momento oportuno para presentarse.

Párrafo citado y, sin embargo, pobre

Seguimos transitando la ruta que va del plagio al parafraseo. Este es un párrafo citado de forma correcta, aunque no aporta nada a lo dicho en el original:

Mihály Csíkszentmihályi rastrea las raíces del descontento. Para ello explora el devenir de la humanidad a lo largo de su historia y reflexiona: «Tan pronto inventamos una substancia, sus productos derivados empiezan a contaminar el entorno». Añade ejemplos que vienen a corroborar esta idea subyacente de la hostilidad del universo: «Las armas que fueron diseñadas para proporcionarnos seguridad se han vuelto contra nosotros». Y este otro: «A la vez que vencemos algunas enfermedades, surgen otras nuevas más virulentas». Y corrobora con una afirmación que despierta una enorme zozobra: «La tierra puede ser nuestro único hogar, pero es un hogar lleno de trampas que pueden saltar en cualquier momento».

Párrafo parafraseado

Suena a trabalenguas, ¿eh? Veamos ahora cómo hacer un parafraseo que le valga el apelativo. Podría ser algo así:

Nos preocupa cómo incrementar ese estado interno de satisfacción en que la vida parece fluir sin inconvenientes; o mejor dicho: en que la vida fluye a pesar de los inconvenientes. Anhelamos, si fuera posible, una forma de impedir que interfieran en nuestras sensaciones internas. La empresa es arriesgada y desafiante porque, parafraseando a  Mihály Csíkszentmihályi, director de Quality of Life Research Center de la Claremont Graduate University (California), la constatación de que el mundo es un lugar hostil se muestra como un hecho. Es nuestro único hogar y es, sin embargo, tramposo, como diría él. A nadie se le escapa que a cada desafío superado parece seguirle uno nuevo que nos sitúa ante un brete de mayores proporciones. La pregunta es si existe un modo de soslayar este determinismo atroz.

Del plagio al parafraseo

Se necesita algo más de esfuerzo para construir un texto que valga la pena…

 

Del plagio al parafraseo, sin mencionar al autor

Y, por fin, este que sigue es un parafraseo que da cuenta de lo siguiente: la persona se ha leído el texto del especialista, lo ha comprendido y lo ha hecho suyo. En tal caso, no tiene por qué indicar que parafrasea a tal o cual autor:

En un mundo inseguro como este nuestro, es crucial acceder a cuotas de satisfacción personal. Mundo inseguro, digo, porque ante cada desafío que el ser humano ha solventado, ha tenido que afrontar uno mayor. A la experiencia de cada uno y de la historia colectiva me remito; de ahí el anhelo de alcanzar una gratificación siquiera a escala individual.

He aquí un par de ejemplos ilustrativos de que la felicidad no puede venir de fuera: las armas nacieron para dar respuesta al anhelo de seguridad y, sin embargo, ya representan una amenaza de alcances apocalípticos. Igual pasó con las vacunas, que paliaron la mortalidad al poner freno a muchas enfermedades. Ahora se levanta en el horizonte un problema que reta no solo al ingenio, sino a todas las áreas que involucran a la competencia humana (médica, agrícola, financiera…): la superpoblación. Y en medio de todo esto, hay otro hecho incuestionable: por inestable que sea, tenemos un único planeta.

La persona, por tanto, se ha convertido en intérprete de una lectura asimilada y hace de ella un uso perfectamente legítimo.

Del plagio al parafraseo

De la combinación de todas ellas, nace la etiqueta que te representa. Surge en tu mente como un ¡hale hop!

Fin del camino de baldosas variopintas que va del plagio al parafraseo. Estarás de acuerdo conmigo en que es fundamental aplicar los principios básicos de la jardinería.

¡Espero que te haya servido y te anime a las buenas prácticas! Y que me lo cuentes…

 

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