Dilema: tienes que escribir una felicitación navideña. O varias.
¿Christmas, wasaps, e-mails, una nota en Facebook, otra en Twitter, la foto de un reno en Instagram?

¿Valdrá algo así o será demasiado noño?
Está claro que no sirve una misma vía para todo el mundo. Mejor pasas por un estanco y compras christmas, sobres y sellos: la familia es variopinta y muchos no están digitalizados. Ni siquiera lo están todos los amigos.
¿Qué se pone?
Te rascas la oreja.
Ya no quedan días por delante, menos aún para los envíos por correo postal. Horror.
¿Mejor ser convencional, mejor ser creativo? Puf. Depende, ¿no? Y, en cualquier caso, ser creativo es un desafío: tampoco se trata de quebrantar lo que es propio de estas felicitaciones…
Tienes que escribir una felicitación navideña.
Ay.
Lo que demandan las fechas
En Navidad la gente se pone ñoña y se viene arriba. Le da por exaltar el amor en todas sus variables a base de echar la casa por la ventana: se come doble o triple, se bebe triple; el gasto per cápita roza el delirio.
Se exacerban los sentimientos de ilusión. Se vuelve nítida la confianza en que un mundo mejor será posible en cuanto el Gordo de la lotería alcance a cada fulano que puja (¡qué colas!). Se renuevan esperanzas. Una corriente de magia lo impregna todo.

Una corriente de magia tal como me la imagino yo.
Malo si te toca vivir una de esas circunstancias en que la vida parece darte la espalda; de esas en que tu mirada anda distraída de todo lo demás. La alucinación colectiva se torna en sarcasmo para ti.
Y tienes que escribir una felicitación navideña. O varias. El mundo sigue girando.
Lo que demandas tú
Cuando te dispones a escribir una felicitación navideña, tus disposiciones pueden ser de lo más variadas.
Vamos por partes que, como sabes, tengo debilidad por Jack:
- Puede que tengas el ánimo consonante con las bolas de colores y los espumillones. Escribe entonces contagiando tu efervescencia, contamínalos a todos de tu buen rollo. Cuéntales algo emotivo, algún recuerdo común. Date el permiso de ponerte un poquito nostálgico. Son fechas de perdones: no te van a censurar.
- Si tu sentimiento no es tan alegre y si me admites una recomendación: trata de ir un poco más allá que el escueto ‘Feliz Navidad’. Eso es para lo que recibes de bancos y cajas de ahorro (que bien se lo podían ahorrar). Entre personas, no funciona. Mira a ver si, al menos por ese instante en que tienes que escribir una felicitación navideña, conectas con tu rinconcito de humanidad. Si acaso, ponte un villancico a ver si se te despierta.
- Tienes que cubrir un expediente: sé imaginativo. Piensa en lo que te une con esa persona. ¿Pertenecéis a algún club? ¿Es tu dentista y está de por medio ese implante que te salió por mitad de precio? ¿Es para quien te alivia las tareas de la casa? ¡Rómpele el corazón! Pon gratitud, pon consideración, aprecio.

Tanto tiempo tratándonos con el látigo de la indiferencia…, con lo que hemos sido tú y yo. ¡Ven acá, hombre!
- Y si fuera que tuviste unas diferencias con tu destinatario, es momento de un quítame allá esas pajas. Como dejó dicho Platón, recuerda que cada ser humano está librando una dura batalla.
Se acerca la Navidad y tú no estás
Cuando la circunstancia es realmente penosa, la ilusión ha tomado las de Villadiego y la magia no salta de los cuentos.
Si son días en que recuerdas otras Navidades y se te decae un poco más el ánimo.
Y si solo quieres esconderte y que no se noten tanto las ausencias.
Si la esperanza es solo el nombre de una virtud teologal…
Entonces, sigue leyendo.
Sentimientos de superación
Es Navidad, pero tú atraviesas una situación de esas que nos hacen gatear y estar tristes; de las que traen playas desiertas. Aun así, necesitas los gestos que te ayudan a sobrellevarla o que te traen simulacros de normalidad.
Y quieres escribir una felicitación navideña.
Para escribir una felicitación navideña, crea una historia o apela a momentos entrañables. Las fechas se brindan. Clic para tuitearCrea una historia emotiva o apela a momentos entrañables con la persona a la que vas a escribir; no fáciles, sino intensos. Aparte: lo que te pasa ahora es importante, puede que hasta trascendente incluso. Intégralo. Todo en la vida tiene su reverso. No eres la única persona en el mundo a la que le pasan cosas desilusionantes por Navidad.

Este… Yo pasaba por aquí y, de pronto, un viento frío y unas lagrimillas golpeteando el cristal… ¿Hacemos juntos un muñeco de nieve y nos sacamos la melancolía?
Yo misma tengo una situación muy delicada y… tengo que escribir una felicitación navideña; una a ti, otra a él, otra a ellos, a ella. Ya solo ponerte estas líneas me permite tomar cierta distancia con lo mío.
A lo mejor te sirve recordar que el invierno dura solo una estación, que la luz es luz por nada y que brilla porque ella es así. Que a veces las lágrimas se desbordan en risas y que incluso hay risas que desembocan en lágrimas.
Un poquito de buen rollo
Vamos a vagabundear por las felicitaciones navideñas y a suponer que nos venimos arriba; eso sí: sin abandonar del todo el gris.
Un christmas de toda la vida para la familia
Queridos míos:
Vaya por delante mi feliz Navidad para todos vosotros. Sé que hemos tenido otras mejores, pero en esta os siento hasta un poquito más cerca. ¿Por qué será, si mi alegría se ha ido de vacaciones y me sobran las panderetas? ¿Por qué, si me faltan los pinceles de colores?
Pero vendrán otras y serán mejores y sin batallas que lidiar.
No os comáis todo el turrón, que fatiga mucho subir las cuestas y la de enero está a la vuelta de la esquina.
Os quiero.
Otro christmas para el profesor
Este es un christmas ortodoxo, sin renos ni Papás Noel. Un nacimiento, un arbolito… se bastan y se sobran.

Este puede valer: fino, elegante, con su puntito de sobriedad.
Estimado Santi:
Siempre me has instado a exprimir las palabras hasta hacerles decir lo que en mi fuero interno necesitaba.
Llámame romántica, pero quiero aprovechar estas fechas para agradecerte tu insistencia y todos los malos ratos que me has hecho pasar. De no haber sido por ellos no te estaría escribiendo esto ni te estaría diciendo justo lo que te quiero decir: ¡mil gracias por tu insistencia y feliz Navidad!
Un abrazo blanco.
Un e-mail para la amiga
En este caso, como vas a añadir contenido multimedia, nada de christmas para escribir tu felicitación navideña: un e-mail.
Querida Pi:
No ha sido este un año muy afortunado, aunque momentos así me llevan a las caminatas que hacíamos cuando la vida y las fuerzas se nos salían de los márgenes. Tú sabes que me gusta pensar que todo lo que viene es para bien; llámame ilusa (a ti te lo acepto todo).
Ay…, y las pelis de fantasía que nos tragábamos, y las risas, cuando aún teníamos las alas intactas. Te prometo brindar por lo de ahora y por lo de entonces. Un brindis que se ría del mundo y de mi tristeza.
Te quiero. Que tengas una entrañable Navidad o que hagas lo que puedas.
Un wasap para la prima
Vendrán tiempos mejores, primor. Ahora toca empujar el ánimo. Con este resto que me queda, te mando todo mi cariño y te deseo la mejor Navidad del mundo. Y no me pongas esa cara; ¿no era que te contagiaba mi alegría? ¡Pues vengaaa…! T. Q. M.
Si acaso, puedes añadir una imagen así:

Al primor le encantará.
Una carta en papel de color para un amigo achacoso
Querido Pe:
Discúlpame si me pongo tontorrona, pero tengo el permiso de la Navidad. No sabes qué presentes están en mí aquellas de los vinos y los pinchitos antes de la cena… Ahora, con el colesterol haciendo guardia ante cada mazapán, es como vivir en el exilio.
Hace un rato he pasado delante de unos bares y me he quedado mirando a los que no se van a morir. ¡Menudo susto les espera en cuanto doblen la esquina! Y me he despiporrao.
Así que comparto despiporre contigo y te deseo una Navidad apañá, que a ti y a mí ya nos vale con eso.
Nota:
Qué sorpresa sería que te asomaras a mi Navidad y me dejaras un cachito de tu playa en los comentarios.
Marian, tu artículo me viene como agua de mayo. Escribir postales es una de las cosas que más me gustan de la Navidad, porque siempre haces feliz a alguien que no espera recibirla, pero este año se me han atragantado. Llevo desde la semana pasada posponiéndolo para «mañana» y al final me he tenido que forzar hoy a escribirlas para que lleguen a tiempo. Como la inspiración sigue brillando por su ausencia, en un último intento desesperado me he dicho «ya está, le pongo pintura de manos al niño, aprovechando que todavía no sabe escribir y lo pongo a pintar con la mano para que me ayude a rellenar el hueco que me falta por cubrir». Pero ahora que veo las ideas que das, como que siento que quizás pueda hacer el esfuerzo de escribir algo decente. Gracias, porque a pesar que no estás pasando por un buen momento has conseguido regalarnos inspiración.
De verdad espero que, aunque este año no esté finalizando para ti muy bien, el 2019 te traiga más alegrías que sinsabores.
Me das una alegría, Frida; con esa intención lo escribí. Hay veces que se nos atragantan las cosas por más que queramos hacerlas. Yo creo que puede conjugarse lo más variopinto y permitir que las palabras acaben atando lo uno con lo otro. También es imaginativa la opción que planteas de «le pongo pintura de manos al niño…». Bonita y original. Así que quizá acabes haciendo algo entre lo uno y lo otro y seguro que será algo hermoso.
Gracias por tus deseos. Te deseo un buen surtido de pinceles para que llenes de colores 2019.
Un abrazo literario.
Hola, Marian:
Me resulta hipócrita desearte feliz Navidad sabiendo lo que estás pasando; aunque tú eres una persona muy detallista y seguro que eres capaz de aislar momentos que valgan la pena y la alegría. Habrá que brindar por que las siguientes sean mejores, y entre unas y otras nos tomemos un café.
Un abrazo enorme,
Uxue
Querida Uxue:
Trato de hacer eso que dices. A veces puedo discernir y separar y otras no; otras se me encoje algo por dentro. Pero hay que brindar siempre: por lo que hubo, por lo que hay incluso, que es también parte de la vida, y aunque seguido llenemos la copa de lágrimas.
Ahí estamos, vigilando cada respiración y atentos a cada cosita minúscula que pueda necesitar.
Tenemos más de un café pendiente.
Otro abrazo enorme para ti.
Mi más sincero apoyo en estos momentos. Te envío la mejor de las vibras desde acá. Mucha fuerza, ánimo y cabeza fría. Un abrazo, Marian.
Me llegan tus vibras, M. M. J. La cabeza va a saltos, a veces fría y otras, en punto de ebullición. Trato de no perderla en medio de todo. Gracias, compañero. Otro abrazo de vuelta.
Entiendo perfectamente el trasfondo de tu artículo y me gustaría dejarte esto. Está seguramente mal escrito porque lo hice rápido (y porque tengo poco talento), pero quizás te guste leerlo. A pesar de todo, felices fiestas. ;o)
https://desdezenda.blogspot.com/2017/12/nochevieja-de-hospital.html
Jpe: gracias por sacarme una sonrisa llorona… Será difícil que tengas otra Nochevieja igual. Ni parecen días para pasarlos en el hospital ni para morirse y, sin embargo…, a la vida se la pela nuestro calendario. Tampoco yo olvidaré estas fechas.
Un abrazo y ¡gracias de nuevo! Felices fiestas.
Paso de los «recetarios» navideños, pero no quiero dejar pasar la ocasión para desearte que recuerdes lo mejor del pasado, que disfrutes el presente minuto a minuto (aunque sea amargo) y que el futuro 2019 te depare buenos momentos para compartir. Un fortísimo abrazo.
Lo hago, Izaskun, aunque el presente se muestre rebelde y se oponga. Hay mucho bueno para recordar, incluso ahora que todo es más intenso. Gracias por insistir. Y sí, ojalá 2019 se deje y nos deje.
Otro abrazo enorme para ti, compañera de letras.